MARINA
Antes de comenzar su carrera como traductora, Marina trabajó 4 años como actriz en una compañía de teatro en inglés. Hizo giras por Latinoamérica y España, y llegó a hacer más de 500 funciones. En 2006 se recibió de traductora en la Universidad del Museo Social Argentino y comenzó su carrera como traductora independiente. Su madre, que ya desde entonces trabajaba en la industria de la traducción hacía muchos años, fue y sigue siendo su gran mentora.
Marina cuenta con 15 años de experiencia en el sector de la traducción y la localización. Es experta en herramientas de traducción y en gestionar proyectos en inglés y español. Trabajó como traductora, editora y especialista de control de calidad para varias empresas de diferentes partes del mundo, con especial foco en la traducción creativa y la localización de videojuegos. Desde 2009 vive en la ciudad de Milwaukee, Estados Unidos. Allí se desempeña como directora administrativa de Terra Translations, pertenece a la junta directiva de la Midwest Translators and Interpreters Association (MATI) y es asistente administrativa de la Translation Company Division de la American Translators Association (ATA).
A Marina le apasiona encontrar formas de promover la profesión del traductor e indagar en las competencias que necesitarán los traductores profesionales del futuro. Además de lo mucho que la hace reír Paola, lo que más le divierte del podcast es la posibilidad de charlar con personas que admira y dar un poco de rienda suelta a su espíritu creativo.
PAOLA
Paola ya tiene las riendas sueltas hace rato y encontrarse en esta vida con Marina es de esas casualidades que no lo son tanto. Hace más de diez años que hace uso y honor de su título de Traductora Literaria y Técnico Científica en inglés que obtuvo a puro sudor en el benemérito Instituto de Educación Superior en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández (sí, el famoso “Lenguas”).
Una vez recibida, dejó su trabajo de secretaria ejecutiva bilingüe y se dedicó a traducir desde películas clase Z hasta manuales para buques petroleros, hasta que terminó sucumbiendo a las mieles del trabajo corporativo y comenzó a liderar el equipo de traductores de una reconocida compañía de computadoras (no, la de la manzanita no). Mientras adquiría experiencia en este puesto, Paola aprovechó sus ratos “libres” para desarrollar la veta actoral con diversos maestros y en variados escenarios de teatro de su querida ciudad natal, Buenos Aires.
Ya desde pequeña hacía caras raras cuando le sacaban fotos y monigotadas frente a sus mascotas y todo eso decantó en la actriz/humorista en la que se convirtió. Y llegó el momento en que fusionó ambas profesiones, en un show de humor para traductores que terminó llegando a manos de Marina, gracias a la magia de Youtube. De ahí que terminaron trabajando juntas en la producción de esta criatura que está viendo la luz, juntas pero a la distancia, una desde EE. UU. y otra desde Argentina, por Skype y en Pantuflas, obvio…