In pantofole recibimos a Claudio Mastrangelo, traductor italiano, profesor de idiomas, apasionado por las lenguas y fanático de Harry Potter.
Claudio es oriundo de Caserta, una ciudad cerca de Nápoles, pero creció en distintas partes de Italia. Al terminar el colegio se mudó a Bélgica donde estudió la carrera de Traducción e Interpretación en los idiomas inglés, francés y chino. ¿Por qué no en italiano? Ya te vamos a contar.
Claudio dice que siempre le fascinaron los idiomas. Aprendió inglés desde pequeño, luego le agregó el francés y el español en secundaria, a los 15 años empezó a estudiar japonés por su cuenta, y cuando se mudó a Bruselas, claro, ¡aprendió holandés! Y como, según nos cuenta, en Bélgica hay una gran mezcla de gente de todas partes, entonces también se puso a estudiar los idiomas que hablaban sus colegas: polaco, finés, turco, árabe, ruso etc. Perdí la cuenta ya, ¡es un políglota XXL!
Nos dio curiosidad saber cómo fue su experiencia estudiando la carrera de traducción en tres idiomas que no eran el suyo nativo. Nos contó que la universidad de Bruselas es francófona, por lo cual la mayoría de las materias se dictaban en ese idioma, y para las materias de traducción, Claudio eligió trabajar con inglés y con chino, porque hacerlo en italiano era demasiado fácil, declara, ¡ja! Se metió en un lío bárbaro, y hasta los profesores y compañeros le decían que no iba a lograr graduarse. Fue tanto el esfuerzo que hizo y el empeño que le puso que finalmente se graduó y fue el primer graduado en el idioma chino de esa universidad.
Al terminar la carrera, se fue a vivir a España, donde siguió formándose como profesor de inglés para extranjeros y cursó un Máster en Lingüística inglesa. Como trabajo final del máster, le aconsejaron elegir un tema que le gustara y ¿qué eligió? ¡Analizar la traducción de los nombres propios de Harry Potter! Resulta que Claudio, fanático del mago desde chiquitito, comenzó a coleccionar copias de «Harry Potter y la piedra filosofal» en varios idiomas, ¡hasta llegar a la friolera de 55! Y después, ya no solo de ese primer tomo, sino que confiesa que en algunos idiomas, tiene la colección completa. Su biblioteca chorrea magia.
Hace poquito, además de su trabajo como profe de francés y de estar escribiendo su tesis doctoral en lingüística cognitiva, Claudio decidió abrir una cuenta de Instagram donde comparte sus descubrimientos sobre las traducciones de Harry Potter, ¡y ahí lo reclutamos!
Honestamente, podríamos haber hablado horas de este tema, pero seguramente podés seguirlo en Instagram y disfrutar de estas perlitas en directo. Este trabajo de fin de Máster lo hizo en 28 idiomas y sobre el primer tomo del libro, comparando los nombres propios de lugares, personajes, algunos objetos y los nombres de las casas de Hogwarts.
Como en algunos idiomas tenía el libro en formato digital, y en otros en papel, el trabajo del máster le llevó unos seis meses que consistieron en ir recopilando los términos en cada idioma (buscando más o menos la página o el capítulo en los idiomas que no entendía para identificar la palabrita que le interesaba), después investigaba y consultaba con nativos para corroborar lo que estaba haciendo. Pero claro que eso no quedó ahí, porque después siguió haciendo esa investigación por gusto y con los demás tomos.
Obviamente, le pedimos ejemplos. Empezó por contarnos un detalle curioso de su idioma nativo, el italiano, en el cual las casas de Hogwarts se tradujeron combinando animales y colores. Entonces, Griffindor es Grifondoro (grifón de oro); Ravenclaw is Corvonero (cuervo negro); Hufflepuff es Tassorosso (tejón rojo) y Slytherin es Serpeverde (serpiente verde). Otro ejemplo lindo que citó Claudio fue el del Sorting Hat (el Sombrero seleccionador para nosotros), que en francés se llama Choixpeau, un juego de palabras que combina parte de la palabra chapeau (sombrero en francés) y choix (opción o elección). Te dije que podemos seguir y seguir, pero mejor seguilo a él en su cuenta @phdlinguist de Instagram y enterate de muchas curiosidades más.
Mientras tanto, como no puede estar quieto, se puso a traducir un libro. En qué idioma, te preguntarás. ¡Buena pregunta! El libro está escrito en español, pero como el autor es colombiano, Claudio se encontró con unos cuantos desafíos. Además, lo está traduciendo al italiano, su lengua nativa, pero como hace años que vive fuera de su país, tuvo que pedir un poco de ayuda. Por suerte, con el colombiano, tuvo la mejor ayuda posible: el mismísimo autor, ¡su novio!
Así, “un pie delante del otro”, como aconseja, parece que ahora persigue pokemones…
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