Después de leer sobre el trabajo de Odilia Romero, e incluso saber de ella por otras colegas, no queríamos perder la oportunidad de charlar sobre la importantísima labor que lleva adelante.
Odilia es cofundadora y directora ejecutiva de Comunidades Indígenas en Liderazgo (CIELO). También es intérprete independiente de zapoteco, español e inglés para comunidades indígenas en Los Ángeles y en toda California.
Tiene más de una década de experiencia organizando comunidades indígenas migrantes y ha compartido su conocimiento y experiencia en múltiples publicaciones académicas, premios y conferencias en universidades de los Estados Unidos. Odilia también ha publicado sobre los desafíos de organizarse en las comunidades indígenas, desarrollar el liderazgo de las mujeres y preparar una nueva generación de jóvenes. Su trabajo también ha aparecido en Los Ángeles Times, New York Times, Vogue y Democracy Now.
Odilia nos cuenta que CIELO surge del trabajo político que venían haciendo con la única organización política indígena en Estados Unidos. Pero este trabajo lo hacían de manera voluntaria y sin recursos, lo que lo hacía muy difícil de sostener. Además existía la necesidad de incluir el tema de la igualdad de género que también está presente en las comunidades indígenas. Por lo cual, CIELO se convirtió en un espacio donde pudieron empezar a trabajar para lograr la equidad y además aprovechar la experiencia de Odilia (que se autodenomina la más dinosaurio de la organización) para poder transmitirla a las nuevas generaciones, con el fin de crear nuevos liderazgos para las migraciones indígenas, y continuar con la lucha por los derechos de estos pueblos. Más allá de que no es tan vieja como dice, es interesante el enfoque que plantea: las migraciones indígenas van a continuar existiendo y la lucha para defender sus territorios, su cultura y sus tradiciones también debe continuar, por eso es tan necesaria este pase de manos.
Dentro de los distintos programas que ofrece CIELO están el de Revitalización de las lenguas y la Conferencia de Literatura. El primero busca ofrecer un espacio en donde reconectarse con las raíces indígenas, aprender las lenguas y desterrar la vergüenza que impone el racismo contra los pueblos indígenas. El propósito de las clases es que las nuevas generaciones le den continuidad al idioma y a la cultura, para contrarrestar el proceso de «matar las lenguas». La conferencia de literatura, por su parte, invita a la comunidad a escuchar poesía e historias en las lenguas indígenas, y Odilia remarca el éxito que tiene debido a este enfoque sobre los hablantes, porque «la lengua es de los pueblos» y este espacio es muy necesario e importante.
Odilia cuenta que quienes se acercan a aprender zapoteco, por ejemplo, son jóvenes que llegaron a Estados Unidos de niños y que solo entienden este idioma, pero quieren estudiarlo para poder hablarlo y conservarlo. De hecho, considerando que muchos de ellos están en Estados Unidos, Odilia dice que seguramente se generará algo así como un zapospanglish que será el resultado de esa mezcla de idiomas y culturas.
Algo que nos pareció muy interesante de esta lengua es la cosmovisión de los zapotecos, cómo en vez de usar los puntos cardinales de referencia, ellos se guían por el cuerpo, por ejemplo: la cabeza de la casa, la cabeza del pueblo. O sea, Odilia está al norte de Los Ángeles, que sería la cabeza de Los Ángeles. Todo vuelve al ser, tu cuerpo es el cuerpo del pueblo, el cuerpo de todo.
CIELO busca ofrecer espacios para que las comunidades no dejen morir su acervo cultural. Especialmente en estos momentos en que la pandemia representa una amenaza real para ellos, no solo porque a causa del covid han fallecido muchos ancianos, y con ellos desaparece gran parte de esa experiencia y cultura, sino también porque muchos migrantes indígenas no reciben la información en su idioma, siguen trabajando en los campos y están muy expuestos y desprotegidos. Odilia dice que son muy pocas las organizaciones indígenas en Estados Unidos y que no tienen la capacidad para ayudar a todos. De hecho, CIELO pudo ayudar a muchas familias en plena crisis del coronavirus gracias a una beca histórica que recibió por parte del gobierno de California.
Antes de la pandemia, CIELO logró llevar a cabo dos Conferencias Nacionales de Intérpretes Indígenas y en la última asistieron personas de todo el país y con una gran diversidad de lenguas.
La organización de la conferencia surgió a partir de la necesidad de crear un espacio donde los intérpretes indígenas pudieran discutir sobre cómo traducir la cosmovisión de occidente a sus lenguas y viceversa. Por ejemplo, el término colesterol en lenguas indígenas sería grasa en tu sangre o aceite en tu sangre, pero para poder hacer una buena interpretación, el intérprete debe poder entender la etimología de la palabra.
Odilia agrega que también es necesario abordar la problemática de estos intérpretes que carecen del tiempo necesario para formarse y para desempeñar la profesión, y a los que se les paga poco o nada. Por ejemplo, alguien que quizás habla una lengua indígena, acompaña a otra persona para ayudarla como intérprete, pero al hacerlo pierde su día de trabajo en el campo, o debe dejar a sus hijos al cuidado de alguien y encima de todo eso, no obtiene un pago justo por ese servicio.
CIELO está formado por un grupo núcleo de cuatro personas y Odilia dice que aceptan gustosos la colaboración de traductores o intérpretes, especialmente quienes puedan y quieran transmitir conocimientos que les permitan a sus intérpretes sumar habilidades. Es importante entender que la mayoría de ellos trabajan tanto en el ámbito legal, como el médico, como cualquier otro en donde se los necesite, así que todo ofrecimiento es valioso.
Y no te pierdas la anécdota de su primera interpretación, si tuviéramos un premio a la mejor historia, ¡se lo llevaría ella!
Acá encontrás toda la información sobre Odilia, CIELO y todas las iniciativas que llevan adelante: https://mycielo.org/ourteam/
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