Seguro escuchaste hablar de lenguaje claro. Si vos también querés conocer el porqué y para qué, no te pierdas esta charla con Romina Marazzato Sparano.
Romina es escritora, traductora y correctora con más de 20 años de experiencia en localización, instrumental médico, industria farmacéutica, salud y textos creativos.
Primero estudió bioquímica y traducción en la Universidad Nacional de La Plata (Argentina), y luego le sumó una Maestría en Traducción del Middlebury Institute of International Studies at Monterey (MIIS). Es traductora certificada en inglés-español y español-inglés por MIIS y la American Translators Association (ATA).
En lo que respecta a la docencia, Romina se ha abocado a la enseñanza universitaria y a la formación profesional. Fue profesora, jefa de departamento y fundadora de la Maestría en Gestión de Traducción y Localización del MIIS, que se lanzó en 2005.
Forma parte del equipo directivo y docente de la Plain Language Academy (PLA) en inglés, y este año, junto a un equipo docente excepcional, lanza la filial de PLA en español: la Academia de Lenguaje Claro. En 2020, fue convocada como juez para los premios ClearMark, patrocinados por el Center for Plain Language. También es miembro profesional de ASTM e ISO en los comités dedicados al desarrollo de normativas lingüísticas para la traducción y la redacción en lenguaje claro.
Romina forma parte y colabora activamente con diversas asociaciones profesionales como Plain Language Association International (PLAIN), donde se desempeña en la junta directiva; la Spanish Editors Association (SEA), de la que es miembro fundadora y colabora como directora y representante en RedACTE (la Red de Asociaciones de Correctores de Textos en Español), y ATA, en donde colabora en el Comité de Divisiones, el Consejo de la División de Ciencia y Tecnología y la iniciativa de una nueva División de Servicios Lingüísticos en Educación.
Romina nos cuenta que llegó al lenguaje claro por animarse a dialogar con los clientes sobre los textos fuente. ¿Cómo? Claro, ella formaba parte de una cooperativa de traducción en la que trabajaban con varios idiomas, y de repente se dio cuenta de que los líos que le planteaba a ella el texto fuente, también se los planteaba a otros idiomas, por lo que decidió atacar el origen. «¿Y si mejoramos el inglés y empezamos mejor?», planteó. Y así arrancó.
La definición de «lenguaje claro» según la Federación Internacional del Lenguaje Claro, es: un estilo de escritura en el cual la redacción, la estructura y el diseño le permiten al lector encontrar, comprender y utilizar la información presentada. La información tiene que ser relevante para el lector, aclara Romina, es decir que el lector está en el centro de la preocupación del movimiento del lenguaje.
Nuestra invitada recalca que la preocupación por reconectarse con el público es antiquísima, pero ya en tiempos más modernos (siglo XX), todo comenzó con los movimientos de lenguaje ciudadano, que buscaban quitarle la burocracia al lenguaje gubernamental y darle acceso a los ciudadanos a servicios sociales y a la salud pública, entre otros. A partir de ahí se empezó a ampliar y ahora es una especie de abanico de aplicaciones que van desde la lectura fácil para personas con problemas tanto físicos como cognitivos: por ejemplo, un texto con letra muy grande para personas con dificultades visuales, o puede que se necesite una adaptación para alguien con problemas cognitivos. Está también la aplicación en la divulgación científica y la alfabetización en salud para la gente que no es especialista, y también incluso para especialistas. El nivel educativo, el cognitivo, o incluso el dominio de un idioma, son factores en los que se enfoca el lenguaje claro.
En la conferencia (virtual, obvio) de la Federación del Lenguaje Claro que se hizo el año pasado, el anfitrión fue Clarity International, una organización que se enfoca en el lenguaje legal, pero también se habló del ámbito de la salud y del tema del acercamiento del lenguaje claro a los organismos gubernamentales. Si bien cuenta Romina que algunos gobiernos comienzan a implementarlo, aún falta mucho trabajo para la mayoría.
Como te contamos antes, Romina también forma parte de PLAIN, una asociación internacional con sede en Canadá, a través de la cual se están creando divisiones regionales para impulsar las iniciativas en distintos idiomas. En paralelo, una de las fundadoras de PLAIN formó una academia para capacitar a personas en lenguaje claro (en inglés) y recientemente convocó a Romina para llevar adelante esta misma iniciativa para otras audiencias. Así es como decidieron lanzar la academia en español, que comienza a funcionar este año, y también la academia en francés. La idea es responder a una necesidad creciente porque está por salir la normativa ISO sobre el lenguaje claro. El comité que trabaja en la norma ISO (del que Romina forma parte, ¡obvio!) está dentro del Comité Técnico que trabaja en traducción y enseñanza de idiomas. La idea es que esta normativa sea más bien un lineamiento, porque creen que es difícil imponerla y prefieren promover el uso, sobre todo en gobiernos y empresas.
En cuanto al uso por parte de traductores, Romina dice que ve crecer el interés y que ella promueve mucho el tema, para que los traductores se atrevan a dialogar con los clientes, revisar los textos originales (en el idioma que sea) y aplicar los mismos principios del lenguaje claro en el texto de llegada. A menudo le preguntan: ¿nosotros tenemos derecho a hacer ese tipo de cambios? «Todo se trata de la comunicación con el cliente», dice Romina, pero agrega que siempre tenemos que tener en cuenta que si tu cliente no conoce el idioma al que vos traducís, y quiere que su texto llegue a tu audiencia, entonces es tu deber ayudarlo a cumplir ese objetivo y permitir que el lector de la lengua meta lea este texto con una estructura y un diseño que le resulte claro.
Otro de los golazos que Romina metió en plena pandemia es RedACTE, una red de asociaciones de correctores de textos en español en el mundo hispanohablante, a la cual se sumó SEA, la Spanish Editors Association de Estados Unidos. Aunque la idea la venían barajando hacía rato, en 2018 retomaron el tema y volvieron a reunirse virtualmente en 2020, año en que finalmente la red vio la luz, ya tiene su sitio web, y hasta ayudó a formar a la nueva asociación de correctores de Costa Rica. Hoy son nueve las asociaciones que la componen, y una de las más fuertes, UniCo, la de España, le cedió a RedACTE su espacio de colaboración con Fundéu, con lo cual ahora todas las asociaciones forman parte de este espacio colaborativo. Cabe destacar que al tener Fundéu el apoyo de la RAE, ahora también RedACTE se suma para formar una gran familia de colaboración panhispánica.
Romina no para, como se habrán dado cuenta. También colabora en la nueva División de Servicios Lingüísticos en Educación de la ATA. Dice que el año pasado, en pleno evento virtual, con esas ganas locas de hacer networking y de conectar con colegas, terminó charlando con algunos interesados en dar apoyo a traductores e intérpretes que se desempeñan en el ámbito educativo. Como no había una división dedicada a ese tema, ahora están preparando esa propuesta y, si sos miembro de ATA, preparate para ponerles la firma cuando te llegue la notificación, así logran formar este espacio para los profesionales que se dedican a esto.
Sitios para chusmear:
PLAIN https://plainlanguagenetwork.org/
Spanish Editors Association https://spanisheditors.org/
UniCo https://www.uniondecorrectores.org/
RedACTE https://redacte.org/
Clarity International http://www.clarity-international.org/
enpantuflas.podcast@gmail.com