«Empecé en la época de los dinosaurios», declara Gabriela Scandura. ¡Vas a ver que no exagera!
Gabriela es traductora literaria y técnico-científica en inglés egresada del Lenguas Vivas en 1990 y desde ese entonces trabaja como traductora audiovisual. Aunque su intención era ser intérprete, así que unos años después de recibirse de traductora también estudió interpretación y se desempeñó como intérprete, principalmente en festivales de cine y teatro. Pero lo suyo es la TAV. Empezó con doblaje y subtitulado, durante un tiempo se dedicó exclusivamente a este último, y hace unos 10 años volvió al doblaje, un poco llevada por la ola de resurgimiento de estos trabajos y otro poco porque la maternidad la convirtió en fan de los programas infantiles, que le despertaron un mayor interés por el doblaje y el español neutro.
Durante casi dos décadas también fue docente de Traducción, Interpretación, Análisis de Textos y Traducción Literaria en el traductorado de la Asociación Argentina de Cultura Inglesa, y actualmente imparte la materia Fundamentos de la Traducción y de Subtitulado y Doblaje en el Lenguas Vivas, así como también enseñó y enseña Traducción Audiovisual en especializaciones en la UBA y en la UMSA. También fue oradora en muchos congresos en Argentina y distintos países (Inglaterra, Suecia, Australia, Uruguay, Bélgica). ¡Yo estuve en alguna de esas charlas☺!
Tiene una maestría en Traducción Audiovisual que hizo en la Universidad de Barcelona con Patrick Zabalbeascoa, quien fue su tutor en la tesis que realizó sobre los aspectos culturales de la traducción de humor audiovisual. En 2013 ganó una beca e inició una maestría en Investigación en Traducción e Interpretación en la Universidad Jaume I, que continuó con el doctorado. Acaba de recibir el título de doctora, esta vez con el honor de contar con Frederic Chaume como director de su tesis sobre el español neutro y la censura.
La evolución de la traducción audiovisual desde que Gabriela empezó en los noventa hasta nuestros días es innegable y casi abrumadora. Fueron pequeñas revoluciones, dice Gaby, en las que de repente apareció el DVD, o el cable, o el streaming, y los profesionales de TAV siempre tuvieron que amoldarse a todos los cambios que se les venían encima.
Nos cuenta que ahora, por ejemplo, muchas plataformas de streaming están reflotando material viejo que por ahí tiene subtítulos pero no doblaje (o al revés) y entonces hay como una oleada de trabajo para volver a traducir todo ese material de otra época. Y acá sale una reflexión interesante: ¿cómo encarás la traducción de un material de hace 20 o 30 años? Porque en todo este tiempo no cambió solo la tecnología. Te dejo que la escuches.
Para la tesis de su maestría, eligió investigar la traducción del humor en audiovisual y ya sabemos que nos encanta este tema. Dice que ella era fan de «La niñera», pero de la versión doblada. Había muchas instancias de humor que tenían que ver con referencias culturales, pero cuando escuchó el audio original, se dio cuenta de que eran muchísimas más. Por eso su tesis se basó en los conocimientos que necesitás tener al momento de trabajar con humor en TAV. ¡De más está decir que no alcanza con un diccionario! Y agradecemos muchísimo que hoy está internet para buscar y rebuscar, pero antes, en los 90, cuenta Gaby que compraba una revista medio cholula (farándula y demás) que le venía genial para estar al día con la cultura pop que aparecía en el humor de muchos contenidos.
Siguiendo con el tema del humor, seguramente viste que hoy en día muchos chistes se adaptan (o más bien, se localizan) con el fin de que el público latinoamericano conecte con algo conocido, aunque es cierto que a veces es poco creíble que el personaje diga eso. Y aunque esas adaptaciones más osadas se adapten mejor al doblaje, Gabriela nos hace pensar un poco más sobre su uso en subtitulado. Porque no hay nada peor que escuchar las risas y quedar colgado, dice Gabriela, ¡y estamos tan de acuerdo! Por eso confiesa que muchas veces, si hay chiste, ella pone un chiste, aunque sea diferente al del original. Y dice que con los años ya le tomó la mano a crear chistes cuando los necesita, ¿qué tal? ¡Necesitamos más de esto!
Además de ser docente, nuestra invitada conserva intacto su espíritu curioso y sus ganas de aprender, así que hizo otra maestría (¡más un doctorado!). Esa tesis se centró en el español neutro y la censura. Todo comenzó a raíz de su experiencia subtitulando «Sex and the City», una serie maravillosa que todas las mayorcitas como una disfrutamos muchísimo. Fue muy innovadora para su época por los temas que se tocaban y entendemos la frustración que sufrió ante la prohibición de usar lenguaje grosero. A partir de entonces, empezó a estudiar todo lo que tenía que ver con la censura en subtítulos, incluso aunque solo fueran indicaciones como no usar determinadas palabras en contenidos para chicos, o el desconocimiento que había detrás de ciertas prohibiciones. El español avanza con el tiempo y el neutro debería avanzar a la par, ¿no? Como bien aclara Gabriela, el tema es que no hay un diccionario de neutro, ni se habla en un determinado país, por ejemplo, entonces el nivel de censura es diferente según el cliente, el estudio de doblaje, el país, etc. Por supuesto que en España no tienen estos problemas (¡nos saltó la envidia a todas!). Lo que también sucede, agrega Gabriela, es que a veces nos autocensuramos, sobre todo acá en Argentina que hablamos un español tan particular y medio nos perseguimos con que hay cosas que pueden sonar muy locales y que no se van a entender.
Entre las tantas cosas interesantísimas que hizo también está el surtitling, o subtitulado de obras de teatro que realizaba para el British Arts Centre. Es un subtitulado aún más reducido porque hay una pantallita arriba del escenario y la idea es que la gente no se pierda a los actores, sino que lea rápidamente el texto. A eso hay que sumarle que no se podían poner dos parlamentos al mismo tiempo con rayita de diálogo, porque en teatro cualquier cosa puede pasar, por ejemplo, que un actor se olvide su letra. Por lo tanto, la traducción era línea por línea y cada línea la mandaba a la pantalla un operador en vivo. ¡Loquísimo!
Con tanta experiencia, no solo como traductora sino también como profe, le pedimos sus golden tips para quien desee desempeñarse en la TAV. El número 1 es saber adaptarse en todo sentido, no solo en temas de tecnología sino también en los cambios que suceden en las lenguas con las que trabajás. Es imprescindible seguir de cerca todo lo que tenga que ver con la industria del cine y la televisión y también estar al día con lo que sucede. ¡Ella aprende hasta con los memes!
Cierra esta hermosa entrevista haciendo hincapié en la necesidad de trabajar con personas que nos hagan bien y nos permitan seguir disfrutando de la profesión que elegimos.
enpantuflas.podcast@gmail.com