158 – Transcreación en USA.gov – Andrea Castelluccio

Andrea nació en Buenos Aires, estudió en escuelas bilingües y en la secundaria ya supo que quería estudiar traducción. Se recibió de Traductora Pública en la Universidad de Buenos Aires. Gracias a que entró en un programa de intercambio en Albion College, Michigan, pudo conocer a fondo el sistema educativo de los Estados Unidos y decidió hacer una maestría en Literatura y Lingüística en Michigan y, luego, el doctorado en la Universidad de Illinois, Chicago.

Por unos años se dedicó a la enseñanza de la literatura y el español como segunda lengua, y la combinaba con traducciones en forma independiente, sobre todo de textos ensayísticos o especializados en educación.

En 2015 comenzó a trabajar para un contratista del gobierno de los Estados Unidos que apoyaba un programa bilingüe de información pública. Este incluía un sitio web, las redes sociales y el centro de atención telefónica de la Administración General de Servicios (GSA).

El desafío era enorme, cuenta Andrea, porque la misión era llegar al público hispanohablante en Estados Unidos con un lenguaje claro, simple y accesible.

Con esta iniciativa, la página www.usa.gov sería el primer punto de contacto entre el gobierno y la gente. Pero como la idea era acercarse al público de la forma en que el público quería recibir esa información, había distintos canales: por ejemplo, los más jóvenes preferían el smartphone, mientras que otros más grandecitos se inclinaban por la página web, y no faltaban los adeptos al contacto por teléfono.

Como no todo lo que le sirve al público en inglés le sirve al público en español, USA.gov cuenta con un equipo de escribe, edita, traduce y transcrea para que los mensajes lleguen a destino en ambas lenguas. Andrea dice que aprendió muchísimo sobre el público, tanto el anglo como el hispanoparlante. Por ejemplo, aprendió que el nivel de lectura en inglés es de un promedio de 7.° / 8.° grado. Por eso, al momento de escribir/traducir/transcrear, es fundamental conocer a tu público objetivo y hacer textos accesibles, insiste Andrea. Para ella, la transcreación es fundamental, porque un mensaje pensado para el público angloparlante puede no tener relevancia para el hispanohablante. Y da ejemplos concretos, por ejemplo, sobre una campaña de violencia doméstica conectada con el día de San Valentín, que en castellano se hizo vinculada al Día de la Amistad.

Un detalle muy interesante sobre los recursos que tenían para crear textos es que el equipo se nutría del mismo público: por ejemplo, sobre la base de las llamadas que se recibían con consultas, se armaban artículos para el sitio web y las redes sociales que respondían a esas dudas. O sea que las mismas personas que se acercaban a consultar al gobierno por los distintos canales inspiraban el contenido que luego escribían o transcreaban. ¡Todo un círculo virtuoso!

Además, contaban con un glosario que una colega había empezado a armar y que se fue nutriendo con las colaboraciones con otras agencias. Andrea también hace hincapié sobre la importancia de hacer este tipo de trabajo con un equipo in-house ya que esto les permitía estar todos familiarizados con la temática, en contacto con las distintas áreas y con los recursos. El equipo, además, estaba compuesto por personas de distintos países, lo cual le daba mucha riqueza a los intercambios al momento de buscar una solución.

Durante su etapa en GSA, se reestructuró la página web para que sea más accesible (guiada por las prácticas de plain language), se incrementó el tráfico en las redes sociales con mensajes dirigidos a los diferentes grupos inmigrantes (primera, segunda y tercera generación) y se optimizaron los intercambios entre los agentes de atención telefónica y el público en general que se comunica.

Sobre el doctorado en estudios hispánicos que realizó en Chicago, Andrea nos cuenta que sí, fue dificilísimo, pero también muy enriquecedor, porque no solo le permitió profundizar sus conocimientos de la lengua, sino también conectarse más con los orígenes del castellano y su componente cultural. El foco en el aspecto cultural fue lo que la ayudó a pulir su experiencia como traductora, pero también le sirvió mucho como docente, ya que la ayudó a acercarse más a sus estudiantes. Muchos de ellos nacieron en Estados Unidos y estudian español como segunda lengua, pero muchos otros tienen al español como lengua madre y lo van perdiendo porque están escolarizados en inglés, y esa también es la lengua con la que sociabilizan. Es la misma gente a la que ella quería llegar con USA.gov, concluye, porque esos chicos son pilares fundamentales en sus hogares, donde ofician de intérpretes de sus padres y los ayudan a entender y comunicarse en inglés.

Actualmente, Andrea sigue dando clases de castellano como segunda lengua en una escuela secundaria, pero además es la vicedirectora de la Escuela Argentina de Washington DC. ¡Sí, hay una escuela argentina en Washington y recién nos enteramos! La escuela es un programa de inmersión que comenzó con un grupo de madres que querían que sus hijos hablaran español y siguieran en contacto con la cultura argentina. Ahora ya tiene muchísimos estudiantes de distintas partes del mundo que van los sábados a la mañana a estudiar Lengua y Literatura y Estudios Sociales. Y a comer medialunas y sentirse un ratito como en Argentina.

Sus grandes pasiones son la educación y la traducción y hasta ahora ambos campos han ido fluctuando dándole la oportunidad de seguir creciendo y aprendiendo.

Su momento más reciente de crisis fue con la aparición de la COVID, que la obligó a empujar sus propios límites en cuanto a flexibilidad, aprendizaje, tolerancia al fracaso y adaptabilidad. Sobre todo, aprendió a ser más tolerante con ella misma.