Nuestra invitada de hoy nos da un claro ejemplo de que el camino de cada profesional es único y particular, y que cada circunstancia de la vida puede llevarnos a ese futuro que deseamos, pero al que todavía no sabemos ni cómo llegar. Y te aseguro que si te entregás a escuchar sus ideas y esa voz tan dulce, vas a quedar sonriendo como nosotras.
Elena Jiménez Álvarez es traductora, locutora y profesora de yoga, nacida en México pero instalada ya hace años en Gales, Reino Unido.
Su primera carrera fue la de licenciatura en Marketing. Años más tarde hizo otra licenciatura, pero en Enseñanza de inglés, y tiempo después, una maestría en Traducción de inglés a español.
Seguro te estás preguntando lo mismo que nosotras: ¿Cómo pasó del marketing a la traducción? O, ¿qué llegó primero a su vida, el yoga o la traducción? Ya vas a escuchar su interesantísimo recorrido en la entrevista, pero te voy contando que su primer amor fue sin dudas el yoga. Desde muy jovencita se vio atraída a la práctica del yoga, incluso a pesar de que esta se veía como una actividad de gente mayor en esa época, nos cuenta Elena. Ahora, además de practicarlo, Elena está certificada como maestra de Hatha Yoga, Yoga Prenatal y Yoga para la fertilidad.
Es curioso que, a partir de su pasión por el yoga, Elena nos cuenta que empezó a necesitar un cambio de vida y así fue como decidió cambiar de carrera y de rumbos. Entre las múltiples aventuras y giros que dio su vida, cuando ya estaba en Reino Unido, una colaboración con una amiga revisando subtítulos para una película le hizo sentir curiosidad por esta profesión que amamos.
La conexión entre el yoga y la traducción se dio casi naturalmente, incluso conectando sus conocimientos de marketing porque dice que suele traducir estudios de mercado para empresas de bienestar.
Cuando apunta el yoga a los traductores en particular, dice que le interesa derribar mitos sobre el yoga: el yoga no es solo fitness, no es solo para chicas y no es una cuestión de flexibilidad. El objetivo para ella es ver cómo podemos incorporarlo a nuestra vida y beneficiar nuestro trabajo, por eso se centra en lo práctico, en cómo nos puede ayudar a desarrollar concentración, qué relación tiene nuestro cuerpo con diversas formas de nuestro pensamiento, con la forma en que tomamos decisiones, en que nos comunicamos, con nuestra capacidad de enfoque. Incluso, es importante entender que una postura correcta puede darnos más vitalidad, y una incorrecta, reducir nuestra productividad.
Su propuesta es ayudarnos a bajar de la cabeza al cuerpo, sobre todo porque hacemos un trabajo tan intelectual. Elena defiende fervientemente esta necesidad de salir de la mente y volver al cuerpo, aprender a conectarnos con nosotros mismos, algo que a su vez nos permitirá conectar mejor con otras personas, como por ejemplo, los clientes.
Es decir, que el yoga no solo nos puede aportar mejoras a nivel físico (evitar el síndrome del túnel carpiano, problemas de cuello, cervicales), sino también a nivel mental (mejorar el autoconocimiento, la concentración, la comunicación, la empatía).
Ella cuenta ya con más de 15 años de experiencia en yoga y meditación y 5 años dando clases de manera presencial. Actualmente se especializa en la creación e impartición de talleres y cursos online de yoga, mindfulness y meditación para traductores y locutores. ¿Te picó el bichito de la curiosidad por el yoga? Seguila en su cuenta de Instagram @yogadeescritorio.
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