Hay libros que ayudan a pasar el tiempo, otros que invitan al lector a reflexionar y le dejan enseñanzas… y luego están los libros que atrapan al lector y se quedan con él mucho tiempo después de haber leído la última página. Un claro ejemplo de esto es la saga de Harry Potter, que ha marcado a una generación entera. Hoy tenemos el privilegio y el honor de entrevistar a Gemma Rovira Ortega, traductora de los últimos tres libros de la serie.
Gemma estudió Filología Hispánica en la Universidad Central de Barcelona e inglés en el Instituto Británico. Desde 1988 se dedica exclusivamente a la traducción literaria del inglés al castellano. Ha colaborado con editoriales tales como Salamandra, Anagrama, Minotauro, Penguin Random House, Mondadori, Círculo de Lectores, Alfaguara, etc. Entre más de un centenar de obras traducidas, que incluyen algunos ensayos y diversos subgéneros de novela, se cuentan títulos de John Boyne, Daniel Mason, Lisa See, Margaret Atwood, Karen Armstrong, Andrew Miller, Anne Tyler, Kurt Vonnegut, Donna Tartt, Tom Sharpe, Paul Theroux, Patrick Rothfuss y J.K. Rowling.
Cuando Gemma recibió la propuesta de traducir el quinto libro de la saga de J. K. Rowling, Harry Potter ya había entrado en su vida hacía un largo tiempo. Harry Potter y la piedra filosofal fue el primer libro que su hijo, de siete años en aquel entonces, leyó completamente solo en su habitación cada noche antes de dormir. Gemma, a quien le causaba mucha curiosidad que su hijo no pudiera parar de leer el libro, aprovechó a leerlo mientras él estaba en la escuela. Fue así que ambos quedaron atrapados con la historia del niño huérfano que asiste a una escuela de magia y año tras año esperaron ansiosos la publicación del siguiente libro.
Para Gemma fue una gran sorpresa que la editorial le ofreciera la traducción de Harry Potter and the Orden of the Phoenix y para su hijo la sorpresa fue aún mayor. Harry Potter cambió la vida de ambos, pero a Gemma la ayudó a cambiar su forma de encarar la profesión. Hubo momentos en los que sintió que la exigencia de su trabajo era mucha, que le demandaba muchísimo tiempo que no podía dedicarles a sus hijos y sentía que le iba a ser muy difícil continuar haciéndolo. Los libros de Harry Potter le brindaron tranquilidad y mucha seguridad para para seguir dedicándose a la traducción literaria.
Durante toda su carrera profesional, a Gemma nunca le faltó un libro para traducir. Ha establecido muy buena relación con muchas de las editoriales y hay editores con los que se siente muy cómoda trabajando. Muchos ya conocen sus preferencias y le envían libros para traducir que le terminan gustando mucho. Siempre que recibe una nueva novela, le gusta hacer una lectura previa, documentarse y luego concentrarse completamente en esa traducción. A veces los plazos son muy acotados y no tiene tiempo suficiente para cada paso, pero hay ocasiones en las que las editoriales son muy comprensivas y le conceden más tiempo. Algunas entienden que es muy importante no apresurar el proceso creativo y que cuando se trabaja más relajado, el resultado es mejor.
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